Nuestra propuesta sintetiza 25 años de experiencia en la enseñanza de Proyecto en el marco del Ciclo Básico Común de la Universidad de Buenos Aires. Formando parte del ciclo Introductorio de las carreras de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo.
· Arquitectura.
· Diseño Gráfico.
· Diseño de Indumentaria Y Textil.
· Diseño de Paisaje.
· Diseño Industrial.
· Diseño de Imagen y Sonido.
Históricamente la materia de proyecto ha sido, en la FADU, vertical e integradora de conocimientos y es en esa tradición que nos toca un rol propedéutico, inicial y a la vez nivelador y orientador, en total concordancia con los objetivos del CBC. Trabajando en este sentido desde la interdisciplina en cuanto oportunidad para los estudiantes de pensar el Campo Proyectual como una totalidad que va a enriquecer definitivamente su mirada profesional, disciplinar futura.
Por eso nos planteamos qué y cómo es la transmisión del conocimiento, dentro de un proceso de enseñanza - aprendizaje del diseño, inserto en una caracterización Humanista., cuyos conceptos básicos coinciden con lo expresado por el Prof. Arq. Gastón Breyer cuando afirma “El punto de partida número uno es el que supone la arquitectura -el Diseño- como una posible vía de acceso al mundo y a su realidad. Entonces la arquitectura - el Diseño- no es la solución de un problema técnico, sino el planteo de una posibilidad antropológica".
Siendo esencial el considerar que en el aprendizaje se comprometen todas las formas de abordar el conocimiento a través del sentir, del pensar y del hacer, involucrando al mismo tiempo lo afectivo, lo intelectual y la acción; donde se conjugan el desarrollo de posibilidades que en todos los aspectos tiene el adolescente, constituyendo así la esencia misma de la educación; vale decir promover modificaciones en uno mismo y a su vez modificar la realidad.
Intentando disolver la enajenación que produce el proceso de enseñanza-aprendizaje apartado de lo social-cultural, en un rol pasivo, enciclopedista, planteando un principio de reenfoque de este proceso, lo cual significa estimular la creatividad, propiciar las actitudes críticas, las iniciativas, favorecer el diálogo permanente, la participación, el disenso, donde el alumno se sienta bienvenido, con un sentimiento de pertenencia pero dentro de un marco de límite establecido a través de su responsabilidad y compromiso con la tarea y con sigo mismo. O sea en un necesario clima de libertad, desechando modelos aprobados y prescriptos, modelos unificadores e indiscutibles. Y en este sentido es importante no perder de vista que la gran mayoría de nuestros alumnos han nacido y transcurrido toda su vida en democracia.
En síntesis este contexto social académico resulta el marco, andamiaje, encuadre proyectual en el cual, en términos propedéuticos, ahondemos la problematización del texto proyectual a partir de una didáctica que, a modo de pretexto y siempre desde la inespecificidad, pueda construir la integración del conocimiento en el acto de hipertexto.
· Arquitectura.
· Diseño Gráfico.
· Diseño de Indumentaria Y Textil.
· Diseño de Paisaje.
· Diseño Industrial.
· Diseño de Imagen y Sonido.
Históricamente la materia de proyecto ha sido, en la FADU, vertical e integradora de conocimientos y es en esa tradición que nos toca un rol propedéutico, inicial y a la vez nivelador y orientador, en total concordancia con los objetivos del CBC. Trabajando en este sentido desde la interdisciplina en cuanto oportunidad para los estudiantes de pensar el Campo Proyectual como una totalidad que va a enriquecer definitivamente su mirada profesional, disciplinar futura.
Por eso nos planteamos qué y cómo es la transmisión del conocimiento, dentro de un proceso de enseñanza - aprendizaje del diseño, inserto en una caracterización Humanista., cuyos conceptos básicos coinciden con lo expresado por el Prof. Arq. Gastón Breyer cuando afirma “El punto de partida número uno es el que supone la arquitectura -el Diseño- como una posible vía de acceso al mundo y a su realidad. Entonces la arquitectura - el Diseño- no es la solución de un problema técnico, sino el planteo de una posibilidad antropológica".
Siendo esencial el considerar que en el aprendizaje se comprometen todas las formas de abordar el conocimiento a través del sentir, del pensar y del hacer, involucrando al mismo tiempo lo afectivo, lo intelectual y la acción; donde se conjugan el desarrollo de posibilidades que en todos los aspectos tiene el adolescente, constituyendo así la esencia misma de la educación; vale decir promover modificaciones en uno mismo y a su vez modificar la realidad.
Intentando disolver la enajenación que produce el proceso de enseñanza-aprendizaje apartado de lo social-cultural, en un rol pasivo, enciclopedista, planteando un principio de reenfoque de este proceso, lo cual significa estimular la creatividad, propiciar las actitudes críticas, las iniciativas, favorecer el diálogo permanente, la participación, el disenso, donde el alumno se sienta bienvenido, con un sentimiento de pertenencia pero dentro de un marco de límite establecido a través de su responsabilidad y compromiso con la tarea y con sigo mismo. O sea en un necesario clima de libertad, desechando modelos aprobados y prescriptos, modelos unificadores e indiscutibles. Y en este sentido es importante no perder de vista que la gran mayoría de nuestros alumnos han nacido y transcurrido toda su vida en democracia.
En síntesis este contexto social académico resulta el marco, andamiaje, encuadre proyectual en el cual, en términos propedéuticos, ahondemos la problematización del texto proyectual a partir de una didáctica que, a modo de pretexto y siempre desde la inespecificidad, pueda construir la integración del conocimiento en el acto de hipertexto.