LINEAMIENTOS GENERALES
CONOCIMIENTO PROYECTUAL
Toda propuesta implica un mirar para atrás reconociendo el camino recorrido y un "proponer" hacia adelante. Planteos que se suponen superadores de lo actuado.
Pensar en una propuesta supone, como punto de partida, un reconocimiento del material humano que llega al ingreso Universitario, formado por lo general en una estructura academicista, en el mejor de los casos con instrucción “ informativa” y rara vez “formativa”. Este ingresante, debido a su formación suele carecer en lo esencial de:
a) Capacidad de abstracción b) Condición para simbolizar c) Poder de síntesis.
Otro elemento que surge como condicionante de nuestro planteo de enseñanza del Diseño es la diversidad de carreras para los cuales Conocimiento Proyectual I y II resultan propedéuticas y de cursado obligatorio, estas son:
· Arquitectura.
· Diseño Gráfico.
· Diseño de Indumentaria Y Textil.
· Diseño de Paisaje.
· Diseño Industrial.
· Diseño de Imagen y Sonido.
Por otro lado la edad promedio de los alumnos de la materia resulta comprendida entre los 17 y los 21 años en el 90% de los casos, con un total aproximado al millar de alumnos entre las dos materias, por ciclo lectivo.
¿Cómo transformar en oportunidad estos datos componentes del “input” universitario actual? Carencia de formación, diversidad de carreras, masividad, etc.
Abordaje
En este sentido, nuestra propuesta se ha preocupado por capitalizar, sin por ello perder el rigor universitario, la frescura, la descontaminación intelectual, cierta maleabilidad en el sustrato para que cada alumno pueda construir un modelo de pensamiento proyectual personal y consciente en donde la cátedra oficie de “facilitadora” de tan preciado objetivo, a partir de las técnicas de enseñanza masiva en un marco de libertad y solidaridad.
Siendo imprescindible la presencia del grupo en el taller, ya que se aprende siempre en relación con otros, otros que favorecen el intercambio, la colaboración, el esfuerzo compartido, rasgos éstos esenciales para el desarrollo intelectual, ético y estético. Aunque entendemos que también hay momentos y tiempos en el aprendizaje que pasan necesariamente por procesamientos individuales-personales que resultan de síntesis de experiencias con uno mismo y con los otros. Vale decir, solo es posible capitalizar la interacción en un marco de respeto a los tiempos individuales preestablecidos en el contexto.
Porque el aprendizaje es un juego permanente entre lo conocido y lo desconocido, entre lo que ofrece seguridad y placer al conocer y lo que genera angustia por la incertidumbre y el desconocimiento. Sobre este modelo se va construyendo un estilo de pensamiento basado en que no hay un solo modelo de pensar sino tantos y diferentes como son quienes son capaces de hacerlos; implica personas separadas, discriminadas, aceptadas y respetadas en su propia singularidad.
Finalmente nuestra propuesta se basa en no aproximarnos desde la especificidad de cada una de las Carreras de la FADU, sino desde el lugar común a todas: "el proceso de diseño", pensado este como el lugar desde donde se dan las respuestas específicas a problemas vinculados al diseño de objetos (“objetos en un sentido amplio, que incluye a las producciones de todas las disciplinas del diseño". Ver: Umberto Eco en "La estructura ausente").
Aplicando un criterio pedagógico que a partir de la inespecificidad mencionada permite recrear mecanismos del pensamiento pasibles de ser aplicados a esta y otras disciplinas. Es decir profundizar en el aprendizaje la conceptualización en el proceso de diseño. Siendo central en esto la problematización de las relaciones posibles entre la palabra y la imagen, lo escrito y lo gráfico y sus implicancias en el proyecto. Partiendo del concepto de “idea principal” e “ideas secundarias” y atravesando conceptos como el “espacio” o la “transformación” desde miradas transdisciplinares como la Fenomenología, la Semiótica, la Sistémica. Y donde la ejercitación en taller permite a los estudiantes recorrer su propio camino.
Porque entendemos al proyecto, en consonancia con la imagen expresada por Gaston Breyer en su curso de Carrera Docente, como un continuo que va de lo durable, pesado a lo efímero, móvil asumiendo un extremo la arquitectura y sus edificios y el otro el Diseño de Imagen y Sonido y su cinética y atravesando a las demás carreras en su lógica de relación.
Pensar en una propuesta supone, como punto de partida, un reconocimiento del material humano que llega al ingreso Universitario, formado por lo general en una estructura academicista, en el mejor de los casos con instrucción “ informativa” y rara vez “formativa”. Este ingresante, debido a su formación suele carecer en lo esencial de:
a) Capacidad de abstracción b) Condición para simbolizar c) Poder de síntesis.
Otro elemento que surge como condicionante de nuestro planteo de enseñanza del Diseño es la diversidad de carreras para los cuales Conocimiento Proyectual I y II resultan propedéuticas y de cursado obligatorio, estas son:
· Arquitectura.
· Diseño Gráfico.
· Diseño de Indumentaria Y Textil.
· Diseño de Paisaje.
· Diseño Industrial.
· Diseño de Imagen y Sonido.
Por otro lado la edad promedio de los alumnos de la materia resulta comprendida entre los 17 y los 21 años en el 90% de los casos, con un total aproximado al millar de alumnos entre las dos materias, por ciclo lectivo.
¿Cómo transformar en oportunidad estos datos componentes del “input” universitario actual? Carencia de formación, diversidad de carreras, masividad, etc.
Abordaje
En este sentido, nuestra propuesta se ha preocupado por capitalizar, sin por ello perder el rigor universitario, la frescura, la descontaminación intelectual, cierta maleabilidad en el sustrato para que cada alumno pueda construir un modelo de pensamiento proyectual personal y consciente en donde la cátedra oficie de “facilitadora” de tan preciado objetivo, a partir de las técnicas de enseñanza masiva en un marco de libertad y solidaridad.
Siendo imprescindible la presencia del grupo en el taller, ya que se aprende siempre en relación con otros, otros que favorecen el intercambio, la colaboración, el esfuerzo compartido, rasgos éstos esenciales para el desarrollo intelectual, ético y estético. Aunque entendemos que también hay momentos y tiempos en el aprendizaje que pasan necesariamente por procesamientos individuales-personales que resultan de síntesis de experiencias con uno mismo y con los otros. Vale decir, solo es posible capitalizar la interacción en un marco de respeto a los tiempos individuales preestablecidos en el contexto.
Porque el aprendizaje es un juego permanente entre lo conocido y lo desconocido, entre lo que ofrece seguridad y placer al conocer y lo que genera angustia por la incertidumbre y el desconocimiento. Sobre este modelo se va construyendo un estilo de pensamiento basado en que no hay un solo modelo de pensar sino tantos y diferentes como son quienes son capaces de hacerlos; implica personas separadas, discriminadas, aceptadas y respetadas en su propia singularidad.
Finalmente nuestra propuesta se basa en no aproximarnos desde la especificidad de cada una de las Carreras de la FADU, sino desde el lugar común a todas: "el proceso de diseño", pensado este como el lugar desde donde se dan las respuestas específicas a problemas vinculados al diseño de objetos (“objetos en un sentido amplio, que incluye a las producciones de todas las disciplinas del diseño". Ver: Umberto Eco en "La estructura ausente").
Aplicando un criterio pedagógico que a partir de la inespecificidad mencionada permite recrear mecanismos del pensamiento pasibles de ser aplicados a esta y otras disciplinas. Es decir profundizar en el aprendizaje la conceptualización en el proceso de diseño. Siendo central en esto la problematización de las relaciones posibles entre la palabra y la imagen, lo escrito y lo gráfico y sus implicancias en el proyecto. Partiendo del concepto de “idea principal” e “ideas secundarias” y atravesando conceptos como el “espacio” o la “transformación” desde miradas transdisciplinares como la Fenomenología, la Semiótica, la Sistémica. Y donde la ejercitación en taller permite a los estudiantes recorrer su propio camino.
Porque entendemos al proyecto, en consonancia con la imagen expresada por Gaston Breyer en su curso de Carrera Docente, como un continuo que va de lo durable, pesado a lo efímero, móvil asumiendo un extremo la arquitectura y sus edificios y el otro el Diseño de Imagen y Sonido y su cinética y atravesando a las demás carreras en su lógica de relación.